CocuyoChequea Reverol

Difícil de creer ante la opacidad. El ministro de Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol anunció el lunes 26 de noviembre que la incidencia delictiva en el país se había reducido por segundo año consecutivo. Aseguró que los delitos habían bajado 28,4% en comparación con 2017. El funcionario aseguró, además, que la tasa de homicidios en Venezuela había bajado de 47 a 30 por cada 100 mil habitantes, así como 22 puntos desde 2016. Añadió que los homicidios habían bajado 27,7%.

En CocuyoChequea revisamos estas cifras con otras bases de datos alternativas.

Según el Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV), para 2016 la tasa de muertes violentas en Venezuela era de 91,8 por cada 100 mil habitantes para un total de 28.479 fallecidos. Un aumento con respecto a la tasa de un año antes, cuando era de 90 por cada 100 mil personas. Este dato alternativo es 76,5% superior al dado por Reverol para 2016. Pero Aragua, el estado más violento del país, registró una tasa de 142 muertes violentas por cada 100 mil habitantes.

De acuerdo a esta organización, el aumento entre 2015 y 2016 obedeció al mayor uso de armas de fuego por los delincuentes, a la intensificación de la violencia policial y militar (incluyendo un repunte de un 30% de las ejecuciones extrajudiciales y casos de resistencia a la autoridad con desenlace fatal), así como enfrentamientos causados por la escasez de alimentos y medicinas.

Las muertes violentas incluyen suicidios, accidentes automovilísticos y muertes accidentales con distintos tipos de armas.

En su informe de 2017 el OVV publicó una cifra de 89 muertes violentas por cada 100 mil habitantes, una reducción de cerca de 3 puntos. Entonces apuntaron que aunque bajó el número de homicidios, subió el de muertes por otros tipos de violencia. De acuerdo a su conteo, cada semana 106 personas murieron a manos de policías y militares por “resistirse a la autoridad”, hubo un promedio de 2,4 linchamientos mortales y 6,4 muertes por sicariato. En total, 26.616 muertes violentas.

Confusión numérica

Vale apuntar que las cifras de esta ONG han sido cuestionadas por otros académicos, como la sociológa Dorothy Kronick, al señalar un error metodológico basado en la pérdida de la fuente interna que poseían.

En un artículo publicado en Caracas Chronicles, Kronick dice que en 2015 hubo un tasa de muertes violentas de entre 62 y 75 muertes por cada 100 mil habitantes, más baja que la OVV pero que deja a Venezuela aún entre los más violentos del mundo. Sin embargo, en su artículo ite que hay discrepancia entre las ofrecidas por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CIC) y el Ministerio de Interior, lo que hace inciertos los datos, porque además no están disgregadas de tal forma que se separen las muertes accidentales por armas de fuego ni cómo fueron recolectadas y procesadas.

Entonces la OVV itió el error, y pasó de 90 a 81 muertes violentas por cada 100 mil habitantes para el año 2015, pero Kronick señaló que faltó haber hecho un cambio en la metodología que arrojase que en 2013 bajó ligeramente el número de muertes violentas, que los hubiesen llegado a estimar 75 muertes, un dato más cerca de su enfoque. En la respuesta a la ONG, la sociólogca ite también que la discrecionalidad de las fuentes afecta un reto compartido, calcular las cifras de violencia en Venezuela.

Provea había denunciado años antes que que el Gobierno omitía las cifras de muertes sucedidas en medio de supuestos enfrentamientos policiales.

Para 2016 Amnistía Internacional Venezuela también manejó una tasa de homicidios que difiere de la OVV y Kronick, con 70 homicidios por cada 100 mil habitantes, lo que sigue siendo casi 67% mayor que la ofrecida por Reverol. La ONG coincide en destacar el repunte de las ejecuciones policiales en el marco de la llamada Operación de Liberación del Pueblo (OLP), así como la falta de estadísticas fiables en el país.

Esta confusión nace de la decisión del Gobierno de no publicar o reducir el a las estadísticas sobre mortalidad desde al menos 2003. En 2013 el exministro Miguel Rodríguez Torres dijo que esto era deliberado, acusando a los medios de mentir.

Por tanto, las cifras ofrecidas por Reverol son razonablemente dudosas, difieren por mucho con las cifras recolectadas por varias ONG y no incluye la metodología y metadatos estadísticos. Las cifras ofrecidas son dudosas porque no se aclara si se incluyen o no quienes mueren abaleados por operativos policiales o de forma extrajudicial. Este dato se hace aún más relevante cuando el ministro concedió que 1.515 de cuerpos de seguridad del Estado han sido presentados a la justicia por distintos delitos en el transcurso de 2018 “en respuesta de todas las desviaciones de las actuaciones de los funcionarios”.